La iniciativa Fair Urban Transition (FUT) se lanzó en 2022 con el objetivo de impulsar a las ciudades hacia futuros sostenibles y post-carbón, enfocándose especialmente en las comunidades vulnerables. En 2023, el proyecto tomó un giro innovador. A medida que Porticus comenzó a reducir su participación, se tomó una decisión pionera y sin precedentes de introducir un proceso de presupuesto participativo co-creativo. Este proceso fue diseñado para decidir democráticamente cómo se asignarían los fondos durante la fase de lanzamiento. Como expertas en el campo de la co-creación y los procesos participativos, fuimos invitados a participar.
Nuestra misión era liderar un proceso participativo, aprovechando la sabiduría colectiva de todos los interesados para diseñar y acompañar un proceso de co-creación que desarrollaría un plan de implementación para la ciudad de Madrid.
El proceso ha sido un viaje transformador, tanto para nosotros como facilitadoras como para todos los socios involucrados. Aquí resumimos algunos de los aspectos clave de este proceso co-creativo, compartiendo percepciones y aprendizajes que pueden ser valiosos para futuros proyectos similares.
Un proceso de co-creación en Madrid
La esencia de nuestro trabajo en Madrid era diseñar un plan de implementación para la ciudad como parte de la iniciativa global FUT. Esto implicaba comprender e integrar los aprendizajes de nuestro proceso y de un proceso similar en Bangalore, con el objetivo de incorporar conocimientos sobre participación significativa dentro de Porticus, mejorando nuestra sus estrategias y enfoques.
Creando espacios para el crecimiento y la colaboración en el programa urbanístico de Madrid
Uno de los objetivos de nuestro trabajo era crear un espacio seguro de confianza y de colaboración, donde poder reflexionar con los socios sobre el trabajo realizado. Para basándonos en esta reflexión, desarrollar nuevas ideas que aprovecharan las sinergias del ecosistema para el plan final del programa de ciudades en Madrid.
El diseño inicial del proyecto se estructuró en cinco fases clave:
- Un periodo inicial de contacto para entender el contexto y establecer conexiones.
- Un evento presencial en Madrid para abrir la nueva fase del proyecto, facilitando el conocimiento mutuo y la generación de ideas iniciales.
- Sesiones de trabajo en grupo para refinar las ideas emergidas en la sesión presencial.
- Una sesión de cierre para compartir las propuestas finales y seleccionar las más adecuadas para la implementación.
- Sesión de retrospectiva y cierre.
El diseño se basaba en una metodología que alterna fases de divergencia en la que se piensa de manera desestructuradas y se generan opciones a una fase de convergencia en la que se toman las decisiones estratégicas.
Desde la primera sesión en Madrid se hizo evidente la necesidad de expandir la fase de divergencia, permitiendo un mayor espacio para la creatividad y para:
- Conocerse personalmente (no todas se conocían igual) y conocer más el expertise de cada organización y establecer acuerdos básicos de colaboración.
- Dar más tiempo para que cada organización pudiera desnudarse, expresar sus miedos y necesidades.
- Tiempo de reflexión: ir despacio para dejar tiempo a la creatividad
Aprendizajes Clave
- Creación de Confianza: Es fundamental para cualquier proceso de co-creación. Se requiere un esfuerzo deliberado y constante para crear y mantener un terreno fértil para la colaboración.
- Superación de Suposiciones: En la co-creación, las suposiciones previas deben ceder ante la realidad emergente.
- El Rol del Facilitador: Como facilitadores, debemos reconocer el momento adecuado para retirarnos y permitir que los líderes emergentes guíen el proceso. Esto es crucial especialmente cuando el proyecto parece desviarse y es en esos momentos de caos cuando estos líderes se destacan y guían el proyecto a buen puerto.
El éxito del proceso no fue solo alcanzar el objetivo previsto, sino también que fue un viaje de transformación y crecimiento mutuo.